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Más allá de las Cataratas: estos son los secretos imperdibles de la selva misionera

Experiencias para disfrutar de una perspectiva más profunda y aventurera, ideales para quienes buscan explorar Iguazú.

Las Cataratas del Iguazú son solo una parte de lo que la selva misionera tiene para ofrecer: la imponente belleza de este conjunto de cataratas que se localizan en el río Iguazú -ubicadas en la provincia de Misiones y declaradas Sitio de Patrimonio Mundial- destaca a este atractivo natural con más de 67 mil hectáreas de la ecorregión Selva Paranaense como un punto de partida excelente para explorar aún más los alrededores de una de las áreas de mayor biodiversidad de la Argentina.

Existen experiencias y atractivos menos conocidos que complementan la majestuosidad de las Cataratas del Iguazú y en este artículo descubriremos algunas de esas propuestas imperdibles para conocer.

La selva misionera es un tesoro de biodiversidad en Argentina, con experiencias únicas que esperan ser descubiertas por turistas que llegan desde distintas partes del país y el mundo: qué hacer y por qué para aprovechar al máximo la visita en esta región.

La selva misionera, o también conocida como selva paranaense, es una de las áreas de mayor biodiversidad de Argentina y es que forma parte del Bosque Atlántico, una ecorregión que se extiende desde la Serra do Mar, en la costa brasileña, hasta el Este del Paraguay y casi toda la provincia de Misiones.

Según explican desde el Ministerio de Turismo de la provincia de Misiones, aquí la selva misionera se caracteriza por tener pisos o estratos bien definidos: "el estrato herbáceo, en el piso de la selva; el estrato arbustivo, con plantas de hasta 15 metros; un nivel intermedio, formado por helechos y árboles en crecimiento; el estrato del dosel o esqueleto de la selva, con árboles de hasta 30 metros; y el estrato de los emergentes, con gigantes de la selva que alcanzan los 45 metros de altura".

Así, entre las especies predominantes en esta ubicación geográfica se destacan el cedro misionero, el lapacho, el timbó, el ybira-pitá, el pino Paraná o cury, el guatambú, el peteribí, el anchico, la palmera, el cedro maco, el incienso, el laurel blanco y el laurel negro, el palo rosa, la cancharana, el rabo-itá, la maría preta, la mora blanca y el urunday, entre otras.

De la misma forma, el lugar también es privilegiado para apreciar fauna nativa de la mano del avistaje de aves, con especies emblemáticas como los tucanes, los colibríes y los arasaríes, o del encuentro con otros mamíferos dada la posibilidad de avistar tapires, coatíes, monos carayá y, con suerte, yaguaretés.

CAMINOS ALTERNATIVOS, DENTRO DE LA SELVA 

Esta región ofrece también caminatas por senderos poco explorados que se adentran en la selva, revelando así cascadas escondidas como el bellísimo Salto Yasy, árboles gigantes y formaciones rocosas singulares, entre otras sorpresas.

Por ejemplo, la Ruta de la Selva (que reúne a los atractivos de mayor magnificencia como la Cataratas del Iguazú, las Reducciones Jesuíticas, los Saltos del Moconá y Cruz de Santa Ana) y la Huella Guaraní (el primer sendero etno-turístico de largo recorrido de la Provincia de Misiones) son nuevas propuestas ecoturísticas singulares que invitan a sumergirse en el corazón de esta ecorregión. 

Se trata de circuitos que permiten vivir en primera persona el valioso patrimonio natural y cultural de la provincia de Misiones. A lo largo de estos recorridos, los visitantes pueden disfrutar de experiencias inolvidables como:

Conectarse plenamente con la mística Selva Misionera Guaraní, recorriendo diversas Áreas Naturales Protegidas.

  • Descubrir innumerables saltos y cascadas que forman parte del paisaje exuberante de la selva.
  • Compartir momentos con comunidades originarias, conociendo sus técnicas tradicionales de construcción, caza, pesca y sus expresivas artesanías.
  • Explorar la diversidad cultural de la región, marcada por distintas corrientes migratorias, y deleitarte con los auténticos sabores de la cocina misionera.
  • Relajarse en lodges ecoturísticos, donde expertos guías acompañan cada aventura.
  • Participar en actividades como cicloturismo, paseos fotográficos, avistaje de aves y caminatas interpretativas para conocer especies nativas milenarias.